Como se puede notar, el proceso para limpiar la escobilla del inodoro es muy sencillo. Sin embargo, es bueno poner en práctica las siguientes recomendaciones:
Usar los equipos de protección personal: sobre todo, los guantes de limpieza. Esto ayuda a evitar que la piel de las manos sea salpicada por el desinfectante o por la lejía. Entre tanto, el delantal plástico será de mucha ayuda para proteger la vestimenta.
Utilizar productos de calidad: vale la pena adquirir artículos eficaces para mantener alejados a los microbios por un periodo más largo. Leer las etiquetas puede ayudar en la elección.
Manipular los químicos con cuidado: hacerlo de una forma brusca puede salpicar la ropa, los brazos o, en el peor escenario, los ojos. ¡Los daños podrían ser graves!
Tomar en cuenta las precauciones de seguridad que aparecen reflejadas en la etiqueta del envase. Esto sirve para evitar accidentes por errores de uso.
Abrir la ventana del baño o, en su defecto, la puerta. La idea es que el espacio se ventile.
No permanecer por mucho tiempo dentro de la sala sanitaria. Tras verter los líquidos, hay que salir del baño. La exposición a la lejía, por ejemplo, puede provocar alergias, enfermedades respiratorias y más.
No combinar la lejía. Con lo único que está permitido mezclar este ingrediente es con agua. Unirla con amoníaco o vinagre, por mencionar algunos elementos, genera vapores tóxicos capaces de causar intoxicaciones graves.
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